Volver con la frente en alto.

Hace tiempo que no publico nada acá, es que estube ausente todo este tiempo por motivos laborales.

La venida del Comandante de la Revolución Bolivariana a nuestro país, fue una excelente oportunidad de negocios para la firma de contratos de exportación de cocaína hacia el mercado Caribeño.

El Gobierno de Venezuela fue muy generoso con el pueblo del Beni, a cambio de 800 quilos de pasta para cocaína, Venezuela ha dejado una gooorda ayuda humanitária y muchas banderitas venezolanas.

Así que tuve que doblar las horas de trabajo en mi laboratório, ordenar la cosecha de hojas de coca hasta altas horas de la madrugada, importar de manera urgente muchos litros de acetona y una tonelada de cal desde Brasil y bicarbonato desde Argentina. Además, tuve que pagar muchas coimas, uuujuuu, como he sobornado a los milicos (sarnas) del Honorable Ejército Boliviano que vienen armados con sus hondas y rifles de aire comprimido a erradicar los cultivos "ilegales" de coca que autorizó Evo Morales. Hasta tuve que comprar látigos nuevos (especialmente hechos en Cotoca), pues mis capataces necesitaron ser más rigidos con los azotes a mis empleados, porque se necesitó trabajar más horas y más rápido, para cumplir con las demandas exigidas, y algunos empleados flojos sin verguenzas no querían trabajar. Ya no consigo empleados como antes, que a cambio de dos gramos de cocaína, un fardito de hojas de coca y dos plato de una sopa rala trabajaban hasta diesciseis horas sin reclamar.

La mejor parte del negócio fue que, sólo mi laboratório de producción de cocaína vendió al Gobierno Venzolano 600 quilos de pasta base para cocaína, los otros 300 quilos fueron vendidos por la competencia. Con este reparto, puedo mantener buenas relaciones con mis competidores dejándoles algo de mercado para que sobrevivan evitando así un conflicto armado entre nosotros. Pero queda la advertencia para cualquiera que quiera levantar armas contra la Cocalera Chiquitana: Piensen en sus hijos y seres queridos antes de dispararme un sólo tiro. No me importa que la competencia me odie, siempre que en la misma medida me tema.

Como saldo, de este operativo relámpo, mi "empresa" trajo divisas al país, alrrededor de 250 mil dólares, dinero rápido y libre de impuestos, que será repartido por toda la cadena de producción beneficiando a muchas personas, desde las autoridades que viven de mis sobornos hasta al campesino que cosecha la hoja de coca. !Esto es socialismo del siglo XI!. Además pretendo invertir en la producción de un nuevo tipo de cocaína, que no puede ser detectada por los reactivos utilizados por las policías portuarias y/o aéroportuárias y que tampoco puede ser olida por los sabuesos de la policía. En algunas semanas les anunciaré estas novedades aqui.

Además, tengo novedades en mi vida emocional-afectiva que quisiera compartir con los lectores del Apunte Cocalero: Estoy enamorada. ¡TORPEMENTE ENAMORADA! como ustedes ya saben, yo soy bisexual y ahora mi corazón está latiendo más fuerte cada vez que veo la culpable de esta pasionitis. Ella es una morena típicamente brasileña, universitaria, con sonrisa fácil pero sin ser grotesca, mide aproximadamente 1.68, cabellos castaños y ojos de guapurú, tiene una cadera espetacular y un par de senos firmes que parecen dos peras y lo más importante, enmana clase y sensualidad en cada uno de sus movimientos y caminar, su timbre de voz es sexy y endemoniadamente provocativo. En otras palabras, ella es la típica mujer fatal que cuando pasa por mí, me despierta los más bajos instintos.

Pero, debido a mi apretada y extendida agenda laboral, no he podido verla mucho, sólo le pude mandar flores que ella las recibió con emoción, hubieron cambios de miradas cargadas de misterio y emoción entre nosotros, pero nada más que eso. Yo soy muy profesional y no puedo descuidarme de los negócios. Pero por ella, estaría dispuesta a cualquier cosa, incluso renunciar a mis actividades.

Quizas el amor sea la unica salvación para que los cocainómanos del mundo se queden libre de mi "veneno", pues el amor por esa mujer sería lo único que haría con que renunciara a mi trabajo.